A un dirigente, que en todo proceso suele irle
bien con resultados y logros destacados, es digno que siga en su cargo, no
ocurre eso con Manuel Burga, ya que su
obsesión por seguir en el cargo de presidente de la FPF lo ha hecho cometer error tras error, fracaso
tras fracaso. Desde el 2002, hasta la fecha, no ha logrado convertir al fútbol
peruano en un torneo competitivo.
En el plano deportivo, en los 3 procesos eliminatorios que estuvo
a su cargo no se logró clasificar, lo mismo ocurrió con la sub -20. Lo único
que se puede destacar, podríamos mencionar, es la clasificación de la selección sub-17 al
mundial de Corea, y el tercer puesto de la selección de mayores en la Copa
América Argentina 2011.
No es necesario saber mucho de fútbol para decir que eso es poco o nada
para un periodo de 11 años.
La mafia Burga
Su continuidad en
la Federación es consecuencia de que en cada elección, los presidentes departamentales
son, al igual que él, unos incapaces, dándole el apoyo constante a Burga sin tener
en cuenta sus procesos anteriores que prácticamente llevan a futbol peruano al
más profundo del abismo.
No sólo debemos
dirigir nuestras balas a Manuel Burga, sino también a cada presidente de las
departamentales que le dieron su voto de confianza, además de los clubes profesionales,
que tanto lamentan la realidad de nuestro fútbol, pero a la hora de la hora,
apoyan a un candidato que se ganó el repudio de la gente; no sólo porque la
Selección no clasifica al Mundial, si no porque el fútbol peruano es general,
esta horriblemente desorganizado, si no, tomemos como ejemplo la deslucida Copa
Perú que se disputó éste año, donde prevalece más el vandalismo que el
auténtico fútbol en sí.
Rechazo del hincha
Es más que claro
que todo la hinchada peruana quiere que este señor se vaya de una buena vez de
la federación, siendo esto una pesadilla de nunca acabar, claro, el hincha no
puede votar, siendo quizá el que más desea la mejoría de nuestro fútbol.
Por: Carlo Mesia
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